A raíz del estallido de la pandemia, se ha producido una aceleración del proceso de digitalización. Sectores como las manufacturas o la gran industria ya tenían amplios procesos de digitalización, pero sin duda se ha impulsado su implementación en otras áreas como la restauración, alimentación, comercio local, hostelería o el sector inmobiliario.
Pero para la digitalización, hay que tener en cuenta diversos aspectos. Como punto de partida, se ha de trabajar en la presencia online y en los canales de venta online si se tienen. Sin duda la pandemia ha influido de manera abrupta en diversas empresas obligándolas a transformar su manera de vender para poder sobrevivir. Por otro lado, aquellas empresas que ya tenían presencia de venta online sufrieron una saturación durante casi un mes y medio y ha sido un cambio tan drástico que ha provocado un cambio en el consumidor a largo plazo. Por este motivo, las empresas no deben olvidar lo que se ha experimentado estos dos últimos años y deberían reforzar la presencia online, así como estar al día en los nuevos canales de venta digitales.Una segunda área para considerar en un proceso de digitalización está en la cultura digital y la formación en la TIC. Los empleados de la empresa también deben contribuir al cambio en la cultura corporativa hacia lo digital. El trabajo debe seguir el enfoque del empleado y personalizarse según sus necesidades. Existen diferentes técnicas como por ejemplo el endomarketing, que es el proceso de gestión orientado a vender la empresa a los propios trabajadores con el objetivo de comprometerlos, incrementar su lealtad o aumentar su rendimiento. Otras técnicas como el storytelling, y por supuesto, asegurarse que los profesionales corporativos sigan trabajando las nuevas habilidades digitales, son esenciales y una prioridad para una continua transformación digital.
Continuando con esta evolución, dominadas, o implementadas las dos áreas anteriores, las empresas pueden ir mejorando la digitalización de su administración. Si la digitalización ya ha supuesto una transformación en los procesos de fabricación y de trabajo, en lo que corresponde a actividades administrativas y de soporte, también se pueden digitalizar amplios procesos. Para ello existen soluciones que las empresas pueden implementar como son las facturas electrónicas, firmas digitales, la banca digital mencionada en el apartado anterior…
Una cuarta sección por destacar es la tecnología cloud. Debido al auge del teletrabajo, muchas empresas se han visto obligadas a acelerar su migración a la nube. El acceso a documentos o el trabajo colaborativo remoto ha impulsado la adopción de la nube y se ha convertido en un aspecto tecnológico esencial para muchas empresas. Es de esta manera como las empresas pueden reducir la huella del espacio físico al tiempo que facilitan el acceso a toda la información de la empresa para todos los empleados. Sin embargo, todavía hay muchos procesos que pueden aprovechar la nube, y las empresas deberían considerar ir transfiriendo poco a poco todo lo posible a la nube.
Finalmente, cabe hablar de la ciberseguridad, probablemente el aspecto más complejo para la digitalización de las empresas. En el mundo hiperconectado en el que vivimos, donde todas las empresas tienen o al menos deben tener una presencia online, los riesgos se incrementan notablemente. No se han aumentado por el uso de la tecnología, sino por el propio incremento tanto del número como de la frecuencia de los ataques. Por ello, implementados nuevos sistemas de digitalización, es preciso también aumentar las herramientas de ciberseguridad o exigir a las empresas que implanten en los sistemas de digitalización las máximas garantías de seguridad.